Mariana Mussi no tiene idea de cuántos currículums ha enviado. Asegura que más de mil. Cuenta con los dedos cuántas veces la llamaron para una entrevista. Nunca fue contratada. Uno de los mayores desafíos de las mujeres gordas es encontrar empleo.
Consiguió su primer trabajo remunerado en 2024, a los 40 años. Fue contratada para el departamento de marketing de la Universidad Santa Cecilia, en Santos, donde estudió multimedia.
"Siempre hemos sido silenciadas. La soledad de la mujer gorda es real. No solo en la familia, la infancia, las relaciones. También en el mercado laboral", dice ella.
La investigación "Gordofobia y mercado laboral en el contexto brasileño", de Dayana Barboza Carneiro, de la Universidad Federal de Minas Gerais, muestra que el 48% de los entrevistados ha experimentado gordofobia en el trabajo. El 60% se sintió perjudicado en los procesos de selección.
Existe la cuestión salarial. Según la investigadora Adriana Dutra Teixeira, de la Universidad de São Paulo, la obesidad está asociada a una disminución salarial del 3.9% al 9.1% para las mujeres gordas en comparación con las delgadas que desempeñan la misma función.