Una secuencia de reportajes publicados desde principios de febrero exclusivamente por Folha provocó la mayor crisis del gobierno de Bolsonaro y culminó con la inminente caída del ministro Gustavo Bebianno (Secretaria General), hombre fuerte de la campaña presidencial de 2018.
La investigación detallada y persistente reveló que el PSL, partido de Bolsonaro, adoptó prácticas irregulares en la asignación de fondos del presupuesto de partidos y electoral, utilizando candidatas-testaferro y empresas fantasmas. El presidente de la agrupación durante la campaña, Bebianno, era el responsable formal de las transferencias.
El primer artículo (publicado el día 4) implicaba al ministro de Turismo, Marcelo Álvaro Antônio, en un esquema de cuatro candidatas-testaferro que recibieron R$ 279 mil del presupuesto público del partido y, juntas, recibieron cerca de 2.000 votos. Por lo menos 85 mil se destinaron a cuatro empresas que son de asesores, parientes o socios de asesores del actual ministro.
El presidente del partido, Luciano Bivar, destinó R$ 400 mil a una candidata fantasma, a sólo cuatro días de las elecciones, con la aprobación de apenas 274 votos. El dinero fue desviado a una gráfica de fachada.
La Policía Federal y el Ministerio Público abrieron investigaciones y la situación del ministro de la Secretaría General de la Presidencia comenzó a complicarse.
Folha comprobó que Bolsonaro se habría negado a atender una llamada del ministro. Bebianno contestó, declarando al canal Globo que había hablado tres veces con el mandatario. Carlos Bolsonaro, uno de los hijos, desmintió al ministro y colgó en las redes sociales una grabación en la que se escucha al padre negarse a hablar con él en aquel momento. Bolsonaro también lo desmintió en la cadena Record.
En la guerra de grabaciones, el entonces ministro filtró a la revista Veja y a la web Antagonista conversaciones con el presidente, lo que habría precipitado su salida.
Después de conversaciones, encuentros y desencuentros, Bebianno amaneció el sábado (16) prácticamente fuera del Gobierno. Punto para Folha, que inició la investigación y la mantuvo en el noticiario sin que los competidores se sumaran.
Hasta que la acusación de Carlos contra Bebianno detonó al Gobierno, el periódico O Estado de São Paulo y O Globo informaron sobre el uso de testaferros en la campaña apenas discretamente en sus versiones digitales. Cuando la crisis salió del campo ético para convertirse en crisis de gobierno, los dos principales competidores dedicaron espacio al caso en sus versiones impresas. Y al final llegó al Jornal Nacional, principal telediario de la cadena Rede Globo.
Como ya he escrito aquí, el objetivo de los periodistas no debe ser derribar ministros, pero su obligación es investigar el poder, cobrar y desnudar a aquellos que ocupan cargos públicos. En el caso en cuestión, Folha tuvo un comportamiento impecable. El diario llevó adelante una investigación propia, con rigor técnico y equilibrio.
Parece bastante significativo que la familia Bolsonaro no haya reaccionado en las redes sociales a las revelaciones sobre las candidatas-testaferro y las desviaciones de fondos públicos. De la misma forma, lectores simpáticos al presidente Bolsonaro, que me escriben con frecuencia, silenciaron. Señal de que el periódico hizo trabajo de calidad.
Un lector pidió al periódico que mostrase si las candidaturas de testaferros del PSL no podrían ser el "modus operandi" también de otros partidos.
El viernes (15), Folha publicó un reportaje, hecho a partir del cruce de datos de la Justicia Electoral, que indicaba que la práctica de crear candidatos-testaferro no es exclusiva del PSL.
Según el escrutinio, 53 candidatos (49 mujeres) de 14 partidos diferentes recibieron más de 100 mil reales y tuvieron menos de mil votos.
Hay casos como el de una candidata estatal del DEM en Acre que recibió R$ 279, 6 mil y tuvo 6 votos o el de otra en Paraíba que obtuvo R$ 1 millón y consiguió 491 votos.
La determinación de la Justicia Electoral de que el 30% de la asignación sea destinada a candidaturas de mujeres hace que la mayoría sea de fachada.
El mismo día, o Jornal Nacional también divulgó un estudio muy similar.
La mayoría de los brasileños llevó al poder a un candidato y un grupo político que prometía ser diferente de todo lo que está ahí. La investigación de Folha da elementos que indican que no es así.
Esto no exime al periódico de seguir cubriendo y debatir las propuestas del nuevo gobierno de forma crítica y equilibrada.
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA