Editorial: La Constitución por encima de todos

Bolsonaro necesitará mostrarse a la altura del mandato recibido

Editorial publicado en la portada de Folha de S. Paulo el lunes (29)

Jair Bolsonaro ganó en las urnas el derecho a usar la banda presidencial. La mayoría de los votantes expresaron su voluntad de concluir el ciclo de disputas entre PT y PSDB e iniciar un nuevo capítulo de alternancia de poder.

 Por primera vez desde la redemocratización, la derecha más nítida y enraizada, que se hace posible en este país de profundas contradicciones, llega de forma legítima al Palacio del Planalto.

En sus discursos de la victoria, el capitán retirado suavizó la agresiva retórica que venía empleando, se dirigió genéricamente a "todos los brasileños" e hizo el debido elogio a la Constitución, a la democracia y a las libertades.

Se reconoce el gesto, pero sin dejar de señalar que durante 27 años como diputado y a lo largo de esta disputa electoral, Bolsonaro ha dado innumerables señales de que hace caso omiso a rudimentos de la convivencia democrática, como el respeto a las instituciones de Estado, la protección de las minorías y la transigencia con diferentes puntos de vista.

También demostró desconocer el papel de la prensa libre en las sociedades modernas. A partir de la publicación de un reportaje, interpuso un proceso contra tres profesionales de este periódico. A través de abogados, sugiere que Folha lo transformó en blanco y actuó con el propósito de perjudicar su candidatura.

En el mejor de los casos, confunde periodismo independiente y crítico con actuación partidista. En la peor, pretende intimidar no sólo a esta empresa, obsesionada con el pluralismo y el apartidismo, sino a todos los medios que se nieguen a darle continuidad.

No hay nada malo en vociferar contra la prensa. Todos los antecesores del presidente electo vituperaron a esta Folha -y esa tensión no habría existido si el periódico hubiera sido menos inquisitivo de lo que debería.

Pero subsiste una distancia entre el gobernante que manifiesta su incomodidad y aquel que desea eliminar opositores y silenciar críticos; entre el gobernante preparado para dirigir una nación democrática y aquel que no se adapta a lo adverso, al escrutinio público y a la libre circulación de ideas.

Folha se quedará donde siempre estuvo, confiando en la Constitución de 1988, en la fuerza de la democracia brasileña y en la construcción de un país mejor para todos. Por tanto, Bolsonaro necesitará asimilar las lecciones que nunca aprendió y mostrarse a la altura del mandato recibido. Que haga un buen gobierno.

Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA

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