Folha es criticada por presidentes desde la época de Getúlio Vargas

El periódico fue objetivo tanto de los generales de la dictadura militar como de líderes electos como FHC, Lula y Bolsonaro

Nelson de Sá
São Paulo

En 1930, Folha cuestionaba a Getúlio Vargas y se convirtió en blanco de sus partidarios y simpatizantes. Cuando llegó al poder, los getulistas festejaron empastelando la impresión del periódico, pegando fuego al mobiliario y a las máquinas de escribir.

En 1977, al régimen militar no le gustó la publicación de una columna en blanco, que denunciaba repetidamente la prisión del columnista Lourenço Diáferia y el general Hugo Abreu llamó desde el Palacio del Planalto al editor Octavio Frías de Oliveira: "Vamos a cerrar su diario ", declaró.

El primer presidente electo tras la redemocratización, Fernando Collor fue más allá y en 1990, con menos de tres meses en el cargo, mandó a la Policía Federal invadir Folha. También procesó a cuatro periodistas del periódico, incluido el director de Redacción, Otavio Frias Filho (1957-2018).

Los expresidentes Sarney, Lula, Dilma, Fernando Henrique y Collor reunidos en 2013 - Roberto Stuckert Filho/Presidência

Collor cayó y, a partir de ahí, los gobernantes electos dijeron más de lo que actuaron contra Folha y la prensa en general. Itamar Franco dijo en 1993 que pidió a Dios que lo ayudara a preparar el terreno para el próximo presidente, para que encontrase una prensa más comprensiva.

Fernando Henrique Cardoso (PSDB), que lo sucedió, no encontró una cobertura comprensiva. "Ningún presidente, tal vez sólo Getúlio, fue objeto de tanta agresividad por parte de ciertos sectores de los medios", afirmó en 2002.

Lula cuestionó menos a Folha, pero también, en 2010, recordó herido un almuerzo de ocho años antes, en el periódico.

"El director de Folha me preguntó: "Escucha aquí, candidato, ¿usted habla inglés? ", Afirmó, refiriéndose a Otavio. "Pensaban que  [Bill] Clinton no tenía ninguna obligación de hablar portugués. Era yo, el subalterno, el país colonizado, el que tenía que hablar inglés. Cogí el ascensor y me marché”.

Otavio replicó que Lula fue interpelado sobre el hecho de ostentar desprecio por los estudios.

Dilma Rousseff, que sucedió a Lula, era más formal en los cuestionamientos, divulgando comunicados de prensa para "repudiar hechos falsos".

En un discurso tras ser destituida, afirmó que su "proyecto nacional progresista" había sido interrumpido "con el apoyo de una prensa sensacionalista y venal".

Este año, el entonces candidato Jair Bolsonaro declaró en octubre: “Folha de S.Paulo es la mayor 'fake news' de Brasil. No contará con más dinero publicitario del gobierno".

Como sus antecesores, Bolsonaro tiende a ver la cobertura crítica como algo personal. Y reproduce al último de los generales-presidentes, João Figueiredo, que dejó el cargo en 1985 sin sucesor militar, cuando cuestionado, respondió: "El trabajo de la prensa ha consistido en trabajar contra mí".

Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA

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