Se suponía que iba a participar en una selección de nuevos talentos para el fútbol, pero la pandemia del Covid hizo cambiar de opinión a Igor Oliveira, de 23 años.
A principios de 2020, promovió una competencia para formar un equipo de Free Fire en la comunidad de Jardim Elba, que reúne 11 favelas en el este de São Paulo.
Formar un equipo para el videojuego más popular de Brasil puso al paulista y a otros seis chicos en la escena digital, un espacio aún restringido para muchos jóvenes que viven en la periferia, pero que ha sido una plataforma de ascensión social para gamers de regiones pobres. .
En Vigário Geral, una favela del norte de Río de Janeiro, Ricardo Chantilly fundó, en 2019, AfroGames, el primer centro de formación en deportes electrónicos del país con sede en una favela.
Hasta 2021, el local atendió a más de 100 estudiantes. "Todos pueden tomar clases de League of Legends, programación de juegos y Fortnite, además de inglés, refrigerios, uniforme y equipamiento de primera calidad".
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA