El turismo llega poco a poco a Céu (Cielo en español), un pequeño pueblo de pescadores en Soure, en la Isla de Marajó (PA). Con 198 habitantes, el pueblo comenzó a recibir turistas después de que los caminos de una vecina del municipio y una excursión de fotógrafos se cruzaran.
En la embarcación, que salía de Belém y tenía como destino la isla de Marajó, viajaba el grupo de fotógrafos para inmortalizar la isla. Al verlos con las cámaras en la mano, la auxiliar escolar Patricia Lima, de 40 años, los invitó a conocer la comunidad Céu.
"Al principio, no di mucha importancia, pero ya que estábamos allí, acabamos yendo y todo el mundo se quedó maravillado", dice el fotógrafo Raimundo Paccó, de 51 años, que desde entonces, en 2014, ha organizado otros seis viajes a Céu.
En la última expedición, a comienzos de junio, la fotógrafa Karime Xavier documentó la conmemoración del aniversario de 50 años de la villa -que se celebró en un terreno cedido por el ayuntamiento del municipio de Soure, después de que varias casas de pescadores de la región se vieran destruidas por la fuerza de la marea.
La mayor atracción de la fiesta es el buey Areia Branca, versión local de buey-bumbá –celebración del folclore brasileño, en especial en el Norte y el Noreste. En la puesta en escena de las fiestas de la aldea de Céu, interviene la mayoría de los miembros de la comunidad, que se disfrazan, bailan e interpretan. La tradición estuvo a punto de caer en el olvido, sin embargo, fue rescatada en 2009.
Traducido por AZAHARA MARTÍN
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